¡Por fin!!!! Ya tengo mi dalia de retorno a casa después de pasar por las manos del gran Ximo Navarro y su arte del acolchado.
Con su bies colocado, ya luce colgadita en el taller de "Entretelas y Algodones" (la ampliación de mi casa, jeje).
Hacía tiempo que tenía las reglas de Marti Michell para hacer este quilt, pero esperaba a encontrar las telas "apropiadas" para llevarlo a cabo.
Así que hace más o menos un año (sí, un año... puedo ser cualquier cosa menos rápida... y alta) decidí que estas telas Tilda eran las idóneas (según como yo veía el proyecto en mi cabeza, claro).
Es un proyecto ideal para practicar la costura a máquina en curva.
Decidí darle, una vez más, protagonismo a las telas, tratando de seleccionar los motivos florales para resaltarlos.
Y después de varias semanas de corta y cose, llegó el verano... y allí quedo el centro de la dalia, "durmiendo la siesta" hasta el otoño, cuando concluí la confección del top y le cedí el testigo a Ximo para acolcharla.
Era el primer quilt que le enviaba a él. Me daba un poco de vergüenza que un número uno del acolchado a máquina viera mis trabajos y las imperfecciones de los mismos. (Pufffff)
Después de tres meses... ¡mi niña volvió a casa!
Qué puedo decir de la decisión que había tomado... pues que mereció la pena, desde luego.
¡Qué trabajo tan perfecto y limpio!
¿Qué os parece?